Se denominan ultrasonidos aquellos cuya frecuencia es superior a los 20.000 Hz y por lo tanto no son audibles por el ser humano.
Es un relevante método generalmente aplicado mediante un cabezal de pequeño diámetro, que se traslada lentamente de forma circular sobre la zona estética a tratar, mejorando así la distribución de su energía y evitando a su vez el sobrecalentamiento. Este procedimiento debe ser llevado a cabo a un determinado ritmo, ya que sus vibraciones pueden transformar el sonido en calor.
El ultrasonido pertenecen a los sistemas de diatermia utilizados para termoterapia, pero a diferencia de otras técnicas esta obtiene sus beneficios a través de la conversión de energía acústica o vibraciones sonoras en energía térmica. Entre sus objetivos destaca, el conseguir la desnaturalización del colágeno para dar inicio a la neocolagenésis o simplemente remodelación del colágeno, lo que brinda a la piel mejores propiedades viscoelásticas además de la capacidad de resistir las tensiones mecánicas
Entre los efectos que el ultrasonido ejerce sobre el organismo, se pueden incluir:
- Aumento del metabolismo celular.
- Efecto vasodilatador por la acción del calor.
- Ideal en el tratamiento de la celulitis.
- Acción antifibrina, la cual puede proliferar en las cicatrices queloides y en la celulitis.
- Aumento de la circulación sanguínea.
- Conlleva al estiramiento de los tejidos.
- Lipoescultura.
- Tonificación de la piel.
- Ideal para tratar el acné.